¿Las sillas de oficina incorrectas pueden causar contracturas?
Actualmente, el entorno laboral exige que un gran número de personas pasan largas horas sentadas frente a un escritorio y, en muchos casos, en sillas inadecuadas. Si bien el trabajo de oficina puede parecer físicamente inofensivo, la realidad es que utilizar sillas inadecuadas puede tener efectos poco favorables para la salud, incluyendo la posibilidad de desarrollar contracturas musculares. Por ello, es importante aprender a reconocer las sillas de oficina para evitar este inconveniente.
Contracturas musculares: ¿por qué ocurren con una mala silla?
Las contracturas musculares ocurren cuando un músculo o grupo de músculos se mantienen tensos de manera continua, incluso cuando deberían permanecer relajados. Este estado prolongado de contracción puede provocar dolor, rigidez y un menor rango de movimiento. Diversos factores pueden causar las contracturas, por ejemplo, realizar actividades físicas intensas o repetitivas sin un tiempo adecuado de recuperación, que primero deriva en fatiga muscular y, eventualmente, en contracturas.
El estrés emocional y mental puede tener manifestaciones físicas, como la tensión continua en los músculos, al igual que mantener posturas incorrectas durante largos periodos. Si a esto se añaden el hecho de que los músculos no se relajen adecuadamente entre períodos de actividad ni haya un buen descanso hace que las contracturas sean tan frecuentes.
En el caso de las oficinas, hay un causante discreto de esta condición que, si bien no incapacita, afecta notablemente en el rendimiento, concentración y productividad de los trabajadores: las sillas de oficina, aunque este nombre no debería utilizarse, ya que una silla para oficinas es aquella que se diseña con el fin de que las contracturas y otras condiciones físicas no sean un problema.
El diseño de una silla es crucial para su uso en oficina durante horas. Este debe asegurar que se mantenga una postura correcta y se evite la tensión muscular, además, si carece del soporte adecuado, puede incentivar al desarrollo de contracturas musculares. Entre los problemas asociados con el uso de sillas de oficina inadecuadas, destacan:
- Una silla sin buen soporte para la zona lumbar puede provocar que la columna vertebral tenga una curvatura anormal. Tal alineación inadecuada pone presión en los músculos de la espalda, causando fatiga y, posteriormente, contracturas.
- Si la silla es muy alta o baja, el usuario tendrá problemas para mantener los pies en el piso, sin ninguna curvatura y con una pisada no uniforme, lo que coloca una tensión adicional en las piernas y la parte baja de la espalda.
- Un asiento que es demasiado duro o blando no proporcionará el apoyo adecuado para la pelvis, resultando en una postura incorrecta y tensiones musculares.
- Los reposabrazos cuya altura es incorrecta pueden hacer que los hombros se caigan o eleven, causando tensión en estos y en el cuello
- Las sillas que no pueden ajustarse e impiden movimientos restringirán la capacidad del usuario para cambiar de posición durante el día, lo que deriva en rigidez y, finalmente, en contracturas musculares.
¿Cómo reconocer una silla de oficinas adecuada?
Básicamente, la solución es implementar una silla ergonómica en su oficina y hacerlo con una empresa confiable. Dejarse llevar por vendedores informales que prometen comodidad, diseño y calidad en sus sillas pocas veces resultará en beneficios para la salud. Afortunadamente, hay algunas medidas que les permitirán reconocer una silla realmente ergonómica:
- Un aspecto al elegir la silla de oficina es que tenga un soporte lumbar que se pueda mover vertical y horizontalmente para brindar un buen apoyo a la zona lumbar, asimismo, que el respaldo debe alinearse con la curva natural de la columna vertebral.
- La altura del asiento debe poder ajustarse fácilmente. Lo ideal es que el asiento permite que los pies descansen planos en el suelo y las rodillas formen un ángulo de 90 grados. Una buena opción es una silla con una palanca neumática para ajustar la altura sin esfuerzo.
- La silla debe permitir ajustes en la profundidad del asiento para asegurar un espacio de cinco a diez centímetros entre la parte posterior de las rodillas y el asiento. Igualmente, el asiento debe ser lo suficientemente ancho y profundo para proporcionar comodidad a cualquier usuario.
- La silla ergonómica debe ofrecer la posibilidad de reclinar el respaldo y ajustar la tensión de la inclinación según la comodidad del usuario. Una función de bloqueo que permita fijar el respaldo en diferentes ángulos es igualmente
- Los reposabrazos deben ser regulables en altura y anchura para que los brazos descansen con comodidad y los hombros permanezcan Además, tienen que poder moverse hacia atrás y adelante para que los codos queden próximos al cuerpo.
- Tanto el asiento como el respaldo deben ser de un material transpirable y tener un buen acolchado para brindar comodidad durante períodos prolongados de uso. Asimismo, debe lucir de calidad para que resista al desgaste.
- La base de la silla tiene que ser amplia y contar con cinco puntos de apoyo como mínimo para asegurar la estabilidad. En el caso de las ruedas, tienen que sentirse suaves y adecuadas para el tipo de suelo, ya sea madera, alfombrado, azulejo o concreto.
- Conviene que la silla tenga una rotación de 360 grados para permitir un fácil acceso a múltiples áreas de la zona de trabajo, sin necesidad de giros o estirones incómodos.
Si es posible, siéntense en la silla antes de comprarla para asegurarse de que cumple con tus necesidades de comodidad y soporte y, en caso de hacer la compra online, lean las reseñas y opiniones de otros usuarios acerca de una marca para obtener una idea de la durabilidad y comodidad del producto a adquirir. En WILLTEX encontrarán al mejor aliado y sillas realmente diseñadas para su salud y postura, además de otros productos como las persianas enrollables. Hagan una cotización o consulta al +57 601 805 4939.